Después de algún tiempo desaparecida, por fin por aquí de nuevo… Pues sí, sigo en Iquitos, dónde volví después de un tiempito en Tumbes. Estoy echando una mano a mis amigos de acá en un par de actividades de educación, y aún revisando el libro de palmeras para su publicación. Pero, para acallar los rumores que se que existen por mis tierras, deciros que para finales de septiembre regreso seguro a España, así que por allí podremos vernos.
En este tiempo mi vida no ha cambiado demasiado, aunque hemos tenido unos días muy difíciles con la muerte de Mario de Col, un buen amigo y una gran persona, a la que mucha gente en diferentes rincones de la selva, de todo el Perú y del mundo echamos de menos. En esos días también me comunicaron que había fallecido mi abuelita, así que fueron días complicados. Pero bueno, “the show must go on”.
La semana pasada estuvo visitándonos Mikel, el joven cooperante del Colca, y pasamos muy buenos momentos. Y de momento no hay previstas más visitas, aunque si alguien se apunta ya sabéis donde estoy durante el próximo mes.
Hace tanto que no escribo que no se qué contar, y por aquí ya empiezo a oler la despedida, puede que definitiva, así que de momento os dejo algunas fotos, que siempre son entretenidas.
Un poco de Tumbes, a petición de mi madre. La plaza principal.
La torta. Tumbes.
La torta. Otra perspectiva.
Paseo Jerusalén. Tumbes.
Cena de despedida en Tumbes, con el coordinador de Lima y mis compañeros del proyecto de Tumbes.
Despedida en la casa de Tumbes en la que vivía, con toda la familia.
Preparando tortilla de huevos de taricaya, un tipo de tortuga, con Daniel y Tati el fin de semana pasado
Los huevos de Taricaya
Casualmente, desde hace dos días somos dos más en casa. Estas son Lechuga y Caigua, dos taricayas. ¿Sabrán que hemos hecho tortilla con sus potenciales sobrinas…?
In memoriam.