lunes, 12 de octubre de 2009

LLEGADA A IQUITOS

El viernes por fin vine a Iquitos y me quedé alojada en un hotel chiquitito que está super bien. Está cerca del malecón y la plaza de armas, es muy céntrico y bastante familiar. De momento ando buscando casa, así que tendré que quedarme aquí un tiempo más.

Cuadro del Amazonas en mi habitación del hotel "Colibrí".


Ya conocí a mi jefe y mis compañeros, aunque aún no me he puesto a trabajar. El viernes estuve dando una vuelta por la ciudad con Rolando, el chofer y hombre-para-todo del proyecto, que es encantador y me estuvo enseñando lo más importante de la ciudad. También me llevó a ver ¡el río Amazonas! Aunque aún tengo un poco de lío con los ríos, que solucionaré con un mapa delante, saber que lo que estás viendo ya recibe el nombre de Amazonas impresiona. Luego miramos unos departamentos para turistas que me costaban más que vivir en Madrid, así que estoy siguiendo la búsqueda por otras vías.

Ayer almorcé con Manuel (mi jefe) y su familia, y son todos encantadores. Manuel lleva viviendo aquí 11 años, así que ha vivido grandes aventuras en la selva amazónica y en la de la cooperación, y ahí me estuvieron contando algunas. Hoy es fiesta, así que he estado haciendo trámites y aprovechando para escribir un poco. La lastima es que el ciber de al lado del hotel es un poco caca, así que ya aprovecharé internet desde el trabajo o cuando tenga casa.

Iquitos es una ciudad genial, hace bastante calor pero con un ventilador se soporta bastante bien, como luce mucho el sol se pueden apreciar todos los colores de las casas y los motocarros (vehículos de aquí), y hay unas vistas preciosas desde el malecón. Además, hasta el momento no me ha picado ningún mosquito (toquemos madera). Ya os mandaré fotos, ya que de momento me muevo casi siempre sola y no me apetece ir de turista con la cámara en la mano. La gente es encantadora y todo el mundo me está ayudando un montón a adaptarme, espero que sea igual todo el año!

miércoles, 7 de octubre de 2009

PRIMERAS IMPERSIONES DE LIMA

Ya llevo una semana en Perú y por fin tengo un ratito para escribir mis primeras impresiones. Llegamos el jueves de la semana pasada tras un viaje un tanto extraño. La llegada al aeropuerto fue una pesadilla. Según entramos en el metro mis padres y yo oímos un anuncio de problemas en mi línea de metro -la cosa no pintaba nada bien-. Así que tardamos casi dos horas en hacer un trayecto para el que se suele tardar menos de una hora. Afortunadamente tenía hecho el check-in on line y eso me permitió controlar un poco mis nervios, porque además tuve que esperar un montón de rato para entregar las maletas. En fin, todo parecía indicar que no iba a lograr nunca llegar al avión. Pero al fin llegó el momento de entregar las maletas, y me comunicaron que había muchísimo overbooking en el avión, pero como yo ya tenía hecho el check-in no pasaba nada, y como tengo tarjeta Iberia (me la h/ice para viajar desde Mallorca) ME HABÍAN SUBIDO A BUSINESS!!!!!!! Que subidón después de la pesadilla previa. La pena es que no pude viajar con el resto de mis compañeros, pero nos hicimos varias visitas durante el viaje, y comprobé la diferencia de viajar en business, con tu asiento masajeador y que puedes poner casi horizontal, tu tele con menú para elegir programa o peli (el resto del avión tenía teles en los pasillos como en los buses)… en fin, una gozada. Ya me dijo la azafata que el problema de viajar en Business es que engancha!.


Mi careto viajando en Business Class

Ya en Lima el fin de semana pasó volando, primero haciendo las gestiones relacionadas con nuestra estancia, y luego de turisteo. Vimos el centro de Lima, el barrio chino, la Huaca Pucllana, pero principalmente ¡comimos un montón!. Probamos el famoso cebiche y otros platos de pescado que estaban deliciosos, almorzamos en una chifa, que es una mezcla de chino con toques de acá, y los desayunos preparados por nuestro amigo Julius que eran una maravilla.


Comiendo todo el día... en este caso, con unos compañeros de la OTC.


De turisteo por Lima


Los 5 jóvenes cooperantes de Perú en la Huaca Pucllana


El lunes mis compis (un encanto todos, un saludo si leéis esto y mucha suerte!!!) se marcharon a sus respectivos destinos y me quedé yo sola en Lima, pero conocí a Raquel y Belén, dos becarias de Galicia y Valencia respectivamente que trabajan en la OTC (Oficina Técnica de Cooperación para los no familiarizados) con las que almorcé esos días y que me presentaron a una parte de la comunidad española relacionada con la cooperación internacional y demás que hay en Lima. Además pude ver un par de cosas curiosas. El miércoles un amigo de Belén inauguraba una exposición de pintura y unos cuantos españoles prepararon una performance bastante sangrienta. Luego conocimos a unos actores españoles que venían a presentar una obra para niños, así que el jueves fuimos a verla y estuvo genial, muy creativa. Fueron unos días bastante artísticos.


Foto de la exposición con "restos" de la performance

De primeras Lima me pareció una ciudad gris: tiene una nube permanente en el cielo, aunque yo tuve suerte y vi el sol varias veces en la semana que estuve allá. Dicen que de aquí a un mes más o menos la nube se irá y llegará el calor. Ya os contaré. Además en una ciudad enorme y compleja, porque no es como otras ciudades, en las que la mayoría de las cosas se concentran en un centro que sirve de referencia. En Lima hay varios barrios importantes además del centro, como Miraflores, Barranco y San Isidro, que es donde me he movido yo estos días. En conclusión, a mi esa ciudad me supera, he andado perdida una semana, y de hecho he sido capaz de perder a un taxista por la ciudad (-“pero señorita, por aquí ya hemos pasado!”; “ya, es por aquí cerca… gire por allá a ver…” jajaja). Menos mal que la gente es bastante agradable, claro que con su estrés como en toda gran ciudad.

Todo el mundo dice que Lima tiene rincones muy lindos, y he tenido oportunidad de conocer algunos de ellos. Pero a la vez me ha quedado la sensación de que no he llegado a ver la ciudad real, ya que si quieres puedes moverte siempre por lugares tanto o más pijos que los que encuentras en España, y de hecho incluso igual o más caros. Los barrios en los que me he movido son tranquilos, donde se mueve bastante dinero y se concentran los grandes hoteles, las embajadas, las empresas y las casas de la gente de dinero. Obviamente eso no es todo Lima, pero son barrios lo suficientemente grandes como para que no tengas que salir nunca de ellos. De todos modos, volveré a Lima, así que tendré oportunidad de llevarme nuevas impresiones.
Como curiosidades:


Estatua de Lima. Según parece, mandaron que sobre la cabeza de la estatua pusieran una llama, pero no especificaron de qué tipo!


El cuy, típico manjar peruano, sobre todo de la zona andina



Perro peruano "punk"


La gente hace parapente en la costa de Lima, y pasan justo al lado de los edificios